

Su pintura es muy fuerte… pero fuerte… tanto que despierta un cierto dejo de placer. Los rojos que usa están hermosamente matizados por el contraste de sus fondos tendientes a los colores fríos y suaves.
Nacida en Inglaterra en 1970, Saville se gradúo de la Escuela de Arte de Glasglow en 1992. Posteriormente viaja becada a Cincinati, donde Saville parece impactarse por la cantidad de mujeres grandes, así mismo asiste a presenciar diversas cirugías plásticas. Saville tiende a retratar al cuerpo femenino, el cuerpo deformado, el cuerpo mientras es operado, y es llevado a la transexualidad.
Saville usa el proyector para su pintura, pero no se conforma conl a perfecta copia del hiperrealismo. Saville vuelve poderoso cada trazo, vuelve sangrienta la carne que podía pensarse fría.
En serio que Saville estremece, y aún así. La vista siempre exige regresar para seguir siendo testigo de esta violenta pintura.
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